Cueva Alfredo Jahn Gopro
Recorrido por la cueva Alfredo Jahn con el equipo de @acamparavila excelente guías! los recomiendo 100% tremenda experiencia por este lugar, conociendo un poco más de mi Venezuela por estos lares de Birongo / Higuerote. Edo Miranda .
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SAIL - Episodio 3: LLEGANDO A LA CUEVA ALFREDO JAHN EN VENEZUELA LA CUEVA parte 1
Tras cámaras del video musical de la canción That's All Right de SAIL, filmada en el Monumento Natural Cueva Alfredo Jahn, en Birongo, Estado Miranda, en Venezuela.
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THAT'S ALL RIGHT song credits:
Lyrics: SAIL
Music: SAIL & Enrique Perez Vivas
Produced by SAIL
Arrangements: Enrique Perez Vivas & SAIL
Horn Arrangements: SAIL & Benjamin Brea
Copyright (C) 2017 Lyrics by SAIL and Music by SAIL & Enrique Rafael Perez Vivas.
VIDEO CREDITS:
EDICION Y NARRACION
SAIL
EXECUTIVE PRODUCER
SAIL
PRODUCERS
Alejandro Rodríguez Corro
María Carolina Agüero
Diego Villasmil
Ahiram Sojo
Yosmel Pabón
Harlem Shake Team Venezuela
Harlem Shake from Higuerote-Miranda Venezuela....
Team Venezuela Full Day Cueva Alfredo Jahn, Birongo, Edo Miranda, Venezuela
Cueva de la Tapa de Cambural
El video describe la ubicación, el origen, la historia y su relación con los pobladores, la formación geológica, los tipos de rocas y minerales, la fauna, las estructuras presentes, la infiltración de las aguas, sus entradas y salidas, entre otros aspectos, presentes en el Monumento Natural Cueva de La Tapa de Cambural, también conocido como Cueva Alfredo Jhan, en el pueblo de Birongo, Estado Miranda, Venezuela.
Noticiero Meridiano se fue a Birongo con @ClimbingVzla a una excursión EXTREMA
Hace unos días tuve el privilegio de compartir mi pasión, por los Deportes de Aventura, con parte del equipo de Prensa de Noticiero Meridiano. Una expedición a las cuevas de Birongo y un paseo por la cultura de este pueblo mágico, todo junto a ClimbingVenezuela.com. Por esta razón decidí que mi compañera del Noticiero Cecimar Kerch narrara con detalles nuestra aventura extrema.
Conociendo a las estrellas de Birongo
Por: Cecimar Kerch
La aventura inició el sábado a las 6:00 de la mañana. Una hora y día inusual para un grupo de periodistas que se encargan de sacar al aire el Noticiero Meridiano y que los fines de semanas los usan para hacer actividades menos arriesgadas como dormir. Pero este sábado fue diferente, y el objetivo fue más extremo: explorar la población de Birongo y su cueva Alfredo Jahn.
Con esta premisa empezó una travesía desde Caracas y las expectativas eran grandes pero al final nadie quedó decepcionado cuando a ritmo de tambores, niños y jóvenes bailando, nos mostraron parte de una cultura que para este grupo de citadinos era desconocida, pero que nos enseñó que la felicidad siempre está en la simpleza de las cosas.
Momento de comenzar con la aventura y así llegamos a Birongo, un espectacular pueblo lleno de vegetación ubicado cerca de Higuerote, donde se respira cacao y se podría afirmar que aún pese a la tecnología, los locales han logrado conservar sus orígenes. El camino inició en un camión que nos trasladó por una vía rural a la entrada de la montaña donde está ubicada la famosa cueva y con la impresionante afirmación de que aún lejos de Caracas esos son predios del majestuoso Ávila.
Armados con nuestros instrumentos de supervivencia: un casco, una linterna y una galleta, nos adentramos a la montaña en búsqueda de la cueva, y que con un liguero miedo a lo desconocido escondido entre risas, apareció Bambi para guiar nuestro camino, un pequeño perro a quien le dimos ese apodo por su asombroso parecido con el protagonista de la famosa película infantil y que ni tonto ni perezoso desapareció una vez encontramos la entrada.
El río nos recibió en la cueva, una hermosa cascada que luego sería nuestro manantial personal para descargar el cansancio del recorrido. Y sin más preámbulo la expedición dio inicio.
Caminamos por la cueva, y entre tropiezo tras tropiezo, nos dimos cuenta que el mejor invento de hombre fue el casco. Nos mezclamos entre el río, el barro y los famosos murciélagos que chocaban con nosotros, pues éramos invasores y estábamos estorbando sus señales para volar, pero lo que encontramos luego fue magia pura.
Es difícil describir lo que vimos en la cueva. Total contacto con la naturaleza, su formación desde la tierra hasta desencadenar pozos de agua, un escenario oscuro que apenas podían iluminar las linternas pero que finalizó con una angustiosa salida que denominaron los guías como el arrastradero, un pequeño pasadizo de 50 metros que solo podíamos pasar imitando los movimientos de una culebra: sobre el piso y arrastrando nuestro cuerpo, que vino incluido con una desesperación por salir pero al final de camino, la luz y el sonido de una cascada donde pudimos relajarnos.
La bienvenida de Tomasa
De regreso a la luz, retornamos hasta el pueblo donde las Estrellas de Birongo nos estaban esperando agradeciendo nuestra presencia, cuando nosotros éramos quienes teníamos que dar las gracias, y de qué manera lo hicieron. A la orilla del río se encontraba Santa Tomasa, una agradable señora que nos enamoró con su sancocho de gallina hecho a leña donde nos olvidamos de las rutinas citadinas y nos sentamos en la tierra a comer mientras los niños de la zona se divertían en el río, sin tabletas, sin videojuegos, sin celulares, solo con su inocencia.
Pero esto apenas era el comienzo porque la fiesta de tambores retumbaba desde las aguas y aparecieron las Estrellas de Birongo para enseñarnos su tradiciones, cantos, y al ritmo de los sonidos producidos con las manos debajo del río, literalmente se sentían como pez en el agua, bailando con una naturalidad envidiable dentro del río.
Olor a cacao, encanto con sabor a chocolate
Quizás fue de las mejores partes de la expedición. El momento crucial cuando aprendimos a sacar chocolate gracias a dos jóvenes que nos mostraron su mejor secreto. Birongo es conocido por su chocolate y probar su mercancía nos hizo entender porque nuestro cacao es el mejor del mundo. No hay más donde buscar.
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