Podcast: Centro del Lobo Ibérico de Castilla y León (Robledo de Sanabria, Zamora)
SIEMPREDEPASO RADIO. El episodio de hoy del programa PISTAS (los jueves, 19,00 horas en Aquí en la Onda, Onda Cero Castilla y León) lo hemos dedicado a hablar del Centro del Lobo Ibérico de Castilla y León (Robledo de Sanabria, Zamora), un lugar estupendo para tener un lúdico y educativo encuentro con esta joya de la fauna ibérica. Una actividad que puede estar muy indicada para realizar con niños a partir de 7 u 8 años. Dado que la entrada al centro incluye también el acceso a las otras Casas del Parque Natural del Lago de Sanabria, puede resultar un plan perfecto para un fin de semana de naturaleza en Sanabria.
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La idea fundamental del centro es que cuanto más y mejor se conozca todo lo relacionado con esta emblemática especie de la fauna ibérica más fácil será su conservación, su manejo como especie y una convivencia pacífica y duradera con aquellos sectores de la sociedad que la ven como una amenaza para sus intereses. Y el avistamiento de las dos manadas que conviven actualmente en el centro es, claro, el plato fuerte de la visita.
El Centro del Lobo Ibérico, ubicado junto a la localidad sanabresa de Robledo y gestionado por la Junta de Castilla y León a través de la Fundación del Patrimonio Natural de Castilla y León, lleva abierto apenas un par de meses y, según sus responsables, estas primeras semanas de funcionamiento están siendo un éxito total. La gente tiene interés por saber cosas relacionadas con el lobo y, mucho más, por observarlo tranquilamente desde los puestos de los que dispone el centro.
Una experiencia que supone, para casi todos, un auténtico bautizo en estas lides: Sauron, Dakota, Jara, Atila, Clarita y Oscura -los lobos (Canis lupus signatus) pertenecientes a las dos manadas que pueden verse en los recintos de observación- son los primeros lobos que ven en su vida. Se trata de lobos socializados, no domesticados, aclara enseguida María José Rodríguez, técnica de la Fundación del Patrimonio Natural encargada de guiar las visitas por el centro. Son ejemplares que toleran la presencia del hombre pero que tienen un comportamiento similar al que tendrían en un estado de total libertad.
En realidad, todos los ejemplares que acoge el centro han llegado hasta aquí procedentes de otros centros de naturaleza debido a diversas circunstancias. Algunas tan curiosas como la que atañe a Jara, de piel oscura y nacida en 2013, que fue depositada de forma anónima en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Villaralbo. Al parecer, se trata de un ejemplar sustraído del entorno silvestre con la justificación de que la persona que lo tenía pensaba que se trataba de un perro hasta que... vio la orejas al lobo y decidió deshacerse de él dejándolo a la puerta del centro con una nota.
Otro de los ejemplares que viven hoy en Robledo, Brasa, tiene una dura historia a sus espaldas. Unas semanas después del incendio que en el año 2012 calcinó 12.000 hectáreas en torno a Castrocontrigo (León) unos vecinos descubrieron que por entre las cenizas de aquel incendio deambulaba un cachorro herido, exhausto, con las patas al rojo vivo y unas quemaduras tales que hasta había perdido las uñas. Tras recogerlo y entregarlo al Seprona de la Guardia Civil aquel cachorro, que acabó recibiendo el nombre de Brasa en recuerdo a su tragedia, fue llevado a un centro de recuperación de fauna en Zamora. Ahora Brasa trata de encontrar su lugar en alguna de las dos manadas del Centro del Lobo Ibérico. En todos los casos se trata de lobos que, por diversas razones, no pueden volver a ser reintroducidos en el medio natural. No están preparados para ello pero tampoco son animales domesticados insisten los monitores del centro.
Que el lobo sea la única especie animal de nuestro entorno capaz de despertar semejante temor y fascinación al mismo tiempo se debe a su atávica relación con el hombre desde el Paleolítico, momento en el que este se hizo agricultor y ganadero y sus intereses entraron en conflicto con el lobo. Desde entonces, el lobo quedó integrado en su entorno vital tanto como el resto de las cosas que le rodeaban, dando pie también a un legado cultural, aumentado de generación en generación, que ha llegado hasta nuestros días. Son las costumbres, leyendas, ritos, creencias o representaciones artísticas que han tenido al lobo como símbolo de la astucia, de la villanía, maldad... pero también de la inteligencia o del trabajo en equipo. De lo mejor o lo peor. No hay otra especie animal en la fauna ibérica que despierte sentimientos tan encontrados como el lobo, la primera especie animal que fue domesticada por el hombre.