LA CIUDAD DE SORIA playerbcn1
Localidad castellano leonesa situada a orillas del río Duero y capital de la provincia que lleva su nombre. Destaca de la provincia su variedad paisajística, desde las Tierras Altas, la sierra situada entre el Moncayo y el Urbión o la Soria Verde situada al oeste. Actualmente, cuenta con una población que ronda los 35.500 habitantes.
Los orígenes de Soria se remontan a tiempos remotos, ya que en ella se han encontrado gran cantidad de restos arqueológicos e, incluso, de pinturas rupestres. La ciudad, con antecedentes celtíberos, es de origen romano y, según se piensa, en el siglo IV a.C., se fusionaron las culturas celta e íbera.
Tuvo ocupación romana aunque no será hasta el periodo medieval cuando Soria comience a tener importancia. En el año 868, los cronistas árabes ya hablan de ella, refiriéndose a una fortificación o atalaya en Soria, siendo, tal vez, una de las 200 fortalezas existentes en el año 1010. El núcleo urbano se desarrolló en torno a su castillo, participando activamente en el proceso de repoblación que sobrevino tras la Reconquista, especialmente hacia principios del siglo XII. Es precisamente en este periodo cuando comenzó a adquirir gran notoriedad e influencia en la meseta del Alto Duero al ser cabeza de pueblos, ciudades y villas. En 1256 recibió el Fuero Real, uno de los tres códices concejiles más importantes de Castilla. Su gobierno se basó en dos instituciones locales que perduraron hasta el siglo XIX, la Institución de Caballeros Hijosdalgo de los Doce Linajes y el Común de los Vecinos.
Entre los siglos XI-XIII se produjo la estabilización del núcleo urbano bajo la defensa del castillo, actualmente derruido, y el apogeo del románico, del que destaca la iglesia de Santo Domingo, declarada Monumento Nacional en 1931, y la de San Juan de Rabanera, ambas de finales del siglo XII. La arquitectura civil se realiza en el siglo XVI, mediante el levantamiento de palacios y casas blasonadas.
Actualmente, Soria es una tranquila capital de provincia con un hermoso casco antiguo por el que merece la pena pasearse.
Don Francisco López del Río, antecesor de los condes de Gómara ya que
el título fue concedido por Carlos II en 1692, mandó
levantar en el siglo XVI este suntuoso palacio, obra civil emblemática de la
ciudad de Soria. Presenta una alargada fachada de más de 100 metros y
una esbelta torre que se contempla desde la distancia. La fachada consta
de dos partes: en la derecha encontramos dos logias constituidas por 12 y
24 arcos de medio punto, sostenidos sobre columnas, respectivamente,
levantados sobre una planta que se destinaría a caballerizas, por lo que
carece de decoración. La puerta de acceso se halla en la zona de la
izquierda, a la que se abren seis balcones rematados con pináculos. La
portada está flanqueada por columnas pareadas de estilo toscano,
prolongadas por unos ángeles que sostienen una cartela en la que se lee
el nombre del fundador. Sobre este grupo se hallan dos maceros que
sostienen el escudo de los condes de Gómara. En otro escudo se
representa a una mujer asomada a una ventana, imagen asociada al
escarmiento que dio el noble a su infiel mujer.
En el interior encontramos un patio de planta cuadrada con dos pisos,
elemento característicos de los palacios renacentistas. Las galerías
inferiores presentan arcos de medio punto decorados en sus enjutas con
el escudo de los condes, mientras que el piso superior es adintelado con
columnas.
En el extremo derecho del edificio se halla la torre, que le confiere aspecto
de fortaleza. Tiene tres pisos, el inferior de igual altura que el resto del
palacio, el segundo sin otra decoración que unos pequeños vanos y el
tercero decorado con ventanas geminadas, rematado el conjunto con una
cornisa.
En la actualidad es la sede del Palacio de Justicia.