LA CALLE RIVERO Y EL PARQUE FERRERA. AVILÉS (ASTURIAS)
El peregrino del Camino de Santiago por la costa de Asturias se dirige al casco histórico de Avilés por la calle Rivero, la cual sigue también el trazado de un antiguo Camín Real, el que viene de Oviedo/Uviéu, siguiendo el paso natural entre la ría y el centro de Asturias, vía fundamental para el origen y evolución histórica de Avilés, antigua villa romana o altomedieval propiedad de un tal Avilius, aprovechando el puerto natural que es su ría, ya guardada desde tiempo inmemorial por castros astures y habitadas sus inmediaciones en la remota prehistoria. Gracias a su posición estratégica prosperó en la Edad Media como puerto comercial y pesquero, constituyendo un importante núcleo urbano amurallado y amparado por fueros reales, donde se establecieron mercaderes y artesanos, además de órdenes religiosas, llegando gentes de muchas partes por los caminos del mar y de la tierra, viajeros y peregrinos, algunos de los cuales, llamados francos, se asentarían en la pujante población.
Precisamente Rivero forma parte de ese Avilés que se expandía ya fuera de sus murallas medievales. Ya en 1485 hay documentos que informan de la existencia de este barrio extramuros cuyo nombre se debe a que entonces se hallaba en la misma ribera de la ría. No mucho después, en 1513, el clérigo Pedro Solís fundaría aquí el Hospital de Peregrinos de Nuestra Señora de la Asunción, con capilla propia, capellán y hospitalero, mas importantes rentas para su mantenimiento, estando primeramente bajo patronazgo del linaje de la casa de Solís. Contaba con su propio cementerio y en base a los registros de difuntos se sabe del paso de numerosos peregrinos franceses y alguno flamenco. Aquí encontraban cubierto, cama y fuego, además de de comer, médico y zirujano si enfermaban. A la izquierda de la calle está el Parque Ferrera, 81.000 metros cuadrados con césped, arbolado, estanque, kiosko de la música, jardines... antigua quinta adquirida por el Ayuntamiento e inaugurada por el rey Juan Carlos I como parque en 1976. Junto a las tapias del Parque Ferrera está La Fuente los Caños de Rivero, al lado de la Capilla del Cristo de Rivero o de San Pedro, reedificada en 1881 sobre la anterior del siglo XVII. Las casas de la calle son del clásico estilo Aviles, con soportales en los que antaño los artesanos podían trabajar fuera mientras la gente paseaba, al resguardo del sol y de la lluvia, teniendo al lado el almacén o bodega y arriba la vivienda. Sigue siendo una gran calle comercial y también hostelera, emblemática de esta villa y ciudad.